El fin del gran relato

Artistas: Carlos Garaicoa, Celia-Yunior, Ezequiel O. Suárez, Jorge Luis Marrero, José Ángel Toirac, Los carpinteros, Manuel Alcayde Majendié, Reynier Leyva Novo, Yornel Martínez Elías.

Idea y curaduría: Henri Eric Hernández

No podemos dejar de imaginar, vivir y contar el gran relato. Ya sea del que nos habla el poeta Stéphane Mallarmé, cuando al término del siglo XIX pone sobre la mesa la idea de que todas las alegrías y todos los dolores no son más que signos del gran relato del mundo: ese que está en constante construcción y cuyo desenlace desconocemos, pero de cuya trama no podemos, e incluso muchas veces, no queremos escapar; o el gran relato al que nos empujan los políticos y que nos cuentan los historiadores. El basado en la transmisión mítica del pasado, la obediente construcción del presente y la incorruptible anunciación del futuro.

Sin embargo, lo que llamamos gran relato, ya sea global o local, más colectivo que individual, y menos cívico que político, se asienta siempre sobre las historias de quienes dan forma a la sociedad, es decir en las narraciones minúsculas. Es por ello que se dice que la Historia, inevitablemente, existe como un texto cuya dimensión se decide con su inserción en una constelación imaginaria específica, casi siempre reducida y reductora: inamovible. Y es por ello también que el gran relato, sea cual sea su carácter e intención, nunca fracasa. Pues las imágenes fracasan, únicamente, cuando dejamos de encontrar en ellas analogías con aquello que las precede, o cuando dejamos de relacionarlas con el mundo que habitamos, ficcionándolas hasta darles forma de documento para que resguarden nuestras vidas.

Mucho se habla hoy, dentro y fuera de Cuba, de “apertura” y “cambio”; si bien no se intenta definir el momento como “el fin del gran relato”. Sin embargo, más allá de la fe en el porvenir y de lo que podamos ver materializado de éste, hay un ejercicio ciudadano que no podemos perder de vista: el hecho de cepillar la historia a contrapelo; de trastocar el gran relato colocándolo cara a cara con su propio imaginario; de revertir, desde el arte, toda narración. En torno a tal ejercicio se delinea la trama de El fin del Gran Relato. Cada uno de los artistas hace gala del pensamiento de Arthur C. Danto cuando subraya que donde no hay narrador no hay historia. Y cada una de sus obras es una sentencia narrativa que lee de revés un gesto, un evento, una circunstancia, componentes siempre de, aun cuando su origen se deba a lo más íntimo o personal, la imagen del gran relato nacional.

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