Artistas: Arlés del Río

El barrio San Isidro (…) es fiel a la comunidad, a la conservación de sus tradiciones, barrio humilde, zona caliente y bulliciosa, que seduce por sus toques de santos, música popular, juegos e intensos baldeos a contratiempo.
Las escobas desgastadas devienen formas escultóricas para encarnar este contexto. Al barrer quedan atrapados residuos de origen humano, vegetal, animal, industrial que revelan cómo viven cientos de personas con diversas ideologías y religiones. Recrear esta especie de limpieza general en los muros del tradicional cubo blanco, involucra la energía e información de sus alrededores, subvirtiendo el sentido centro – periferia. “La orilla” se convierte así en el foco de atención expositivo, para representar una compleja existencia más allá de las encumbradas paredes de la galería.
