La interrelación y la improvisación emocional en la puesta en escena

Impartido por: Kike Álvarez

La improvisación emocional y la interrelación escénica es un taller en que los intérpretes y los directores comparten la experiencia de trabajo en grupo, desarrollando encuentros de intercambio creativo que permiten (a unos y otros) aprender e interactuar bajo una técnica simple y eficaz.

El taller se propone como un espacio lúdico de trabajo y de aprendizaje que desarrolla la escritura escénica y la creatividad del intérprete a partir de la relajación corporal, la conexión con el otro, y el impulso dramático de las premisas indicadas a los personajes por el director.

Durante la primera semana todos los integrantes del taller (actores y directores juntos) trabajaron una secuencia de entrenamiento y ejercicios encaminados a desarrollar la concentración, la relajación, la conexión escénica y la improvisación emocional. En el caso de la improvisación emocional se comenzó a trabajar sin premisas, de manera que permitiera explorar cómo inciden estas cuando se colocan en los antecedentes del personaje antes de entrar a escena.

En la segunda semana, los directores talleristas comenzaron a dirigir a los actores en repeticiones de los ejercicios trabajados durante la primera semana con el objetivo de que unos y otros ahondaran en la experiencia y en la eficacia del saber aprendido.  Paralelo a esto y como complemento, cada uno de los directores comenzó a explorar con una pareja de actores la importancia de las premisas en la improvisación emocional y en el desarrollo escénico del conflicto dramático.

Finalmente, en la tercera semana, cada uno de los directores planificó y filmó la escena trabajada durante la segunda semana, con la premisa de preservar en el instante de fijar la puesta en cámara, los logros dramáticos alcanzados durante el proceso de investigación y las improvisaciones.

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