One sun, one home

Artista: GILLEAM TRAPENBERG

Curaduría: JORGE PERÉ

La vida detrás del paraíso. Este igualmente pudo ser el título de la presente exhibición del fotógrafo Gilleam Trapenberg (Willemstad, Curaçao, 1991). Su título, porque algo tiene ya de statement, de razón en la que esencialmente se resume un cuerpo de trabajo. Pero el artista trajo consigo otra frase, que correspon de mejor a esa idea fijada por Benítez Rojo en su biblia, «La isla que se repite», cuando redefine el Caribe -más allá de su naturaleza insular- como una comunidad imaginaria que desborda el encuadre geográfico que le conferimos. Contra las postales de turismo y las ficciones idealizadas, se posicionan estas fotografías cuya narrativa visual se interesa por develar las diversas y complejas realidades que subsisten bajo el fetichismo que se articula en torno a las islas tropicales.

Trapenberg, nacido en Curaçao y emigrado más tarde a Amsterdam, se entiende de manera crítica con los imaginarios vacíos que publicitan y reproducen los medios, puesto que conoce las consecuencias que derivan de esa realidad estereotipada, donde se desdibujan la identidad y los procesos sociales, políticos y culturales en los que se desenvuelven los sujetos de estas regiones de ultramar. De ahí que procure en su obra un retrato íntimo y comprometido con esas identidades y costumbres en las que se educó; así como de las distintas problemáticas que se suscitan al interior de estas sociedades mestizas, que todavía hoy ignoramos en sus rasgos más esenciales.

Estos ensayos fotográficos deberían leerse como un paisaje social, en el cual se juntan a dialogar varias dimensiones. Se advierte, en ese sentido, la voluntad antropológica, un discurso étnico-racial, cierta deconstrucción de los canones de belleza y una mirada profunda hacia los modos de vida marginales. El artista nos conduce en un viaje que no es, en modo alguno, complaciente. En el mismo quedamos expuestos a un grupo de historias entrecruzadas sobre lugares, comunidades y personas. Se trata, como propone el propio Gilleam, de darle un espacio protagónico en nuestra expectativa a las minorías; de escuchar esos relatos omitidos y situarlos al centro del discurso de esos contextos.

Curaçao y St. Maarten son, en este caso, las regiones exploradas por la cámara de Gilleam Trapenberg. Aquí podremos constatar una síntesis de la activa documentación que el artista ha podido hacer de esos espacios. Gracias a la puntual gestión de la Embajada de Países Bajos, ahora disfrutamos de una versión de esta interesante propuesta que antes fue exhibida en el Museo de Fotografía de Amsterdam (Foam), en 2021.

Jorge Peré

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *